Naturaleza se defiende del Tren Maya, ahora con cenotes y cavernas ¿Se construirá?
El proyecto del Tren Maya sufre una nueva complicación por los cenotes y cavernas de dimensiones considerables en su trayecto.
El proyecto del Tren Maya sufre un nuevo contratiempo que podría encarecer la construcción de sus tramos, esto debido a las cavernas y cenotes de dimensiones considerables detectadas en el tramo 4, las cuales obligaron a modificaciones en el trazo denominado Golfo 3, derivando esto en el encarecimiento de esta obra impulsada por la federación.
De acuerdo con información del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), las cavernas, así como los cenotes suponían una complicación técnica cuya solución involucraba un encarecimiento del costo y plazo de la obra, pero también un riesgo durante la ejecución de esta, lo cual obligó a realizar modificaciones en el trazo denominado Golfo 3, entre Izamal-Tulum, con una longitud aproximada de 196 kilómetros.
Se encarece proyecto del Tren Maya
Los cambios antes mencionados incluyen 61 kilómetros adicionales de vía respecto del proyecto original. Además, se proyecta la construcción de una vía doble que implicará velocidades máximas de hasta 160 kilómetros por hora y una estación para facilitar la conexión con Holbox.
Información del Fonatur, la magna obra del Tren Maya, la cual es considerada como el estandarte de la actual administración nacional encabezada por el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, revela que este proyecto tiene un costo total hoy de 156 000 millones de pesos. Inicialmente, la inversión estimada fue de 139 084 millones.
Fonatur explicó que derivado de los resultados del estudio de prefactibilidad se identificó que el recorrido inicialmente planteado conllevaba un riesgo por la las zonas altamente karstificadas a partir de Valladolid, que implican la presencia de cavernas y cenotes de dimensiones considerables.
El cambio de recorrido reduce este riesgo por dos razones; en primer lugar, porque las zonas atravesadas tienen un menor grado de karstificación y, en segundo lugar, porque la infraestructura de la autopista Mérida-Cancún, que cuenta con más de 29 años de operación y se sitúa a escasos metros de la nueva línea ferroviaria, reduce la incertidumbre del comportamiento del terreno sobre el que se asentará el Tramo 4 del Proyecto.