Otras dos caravanas migrantes intentan cruzar México hacia EE.UU.
Se trata esta vez de casi 3.000 venezolanos que viajan de Tapachula hacia el centro de México, y de unos 2.000 hondureños que partieron desde su país con rumbo norte.
Más de 3.000 migrantes, en su mayoría venezolanos, partieron el viernes (24.06.2022) desde la fronteriza Tapachula, Chiapas (sur) hacia el centro de México, para exigir a las autoridades que faciliten su camino hacia la frontera con Estados Unidos.
La caravana se organizó de manera sorpresiva, liderada por los venezolanos y sin la intervención de activistas mexicanos que suelen encabezar estas movilizaciones.
“La marcha no quiere permisos de 30 días, no queremos visa humanitaria, queremos que las organizaciones y el gobierno mexicano, nos habiliten un corredor humanitario para llegar al norte”, dijo ante la multitud el venezolano Jonathan Avila, uno de los que encabeza la movilización.
A inicios de mes, otra caravana de miles de migrantes salió de Tapachula pero en tres días se fue fragmentado a medida que las autoridades entregaban salvoconductos de un mes para recorrer el país.
Los migrantes buscan llegar a Estados Unidos para pedir asilo, pero al arribar a localidades del norte del país su marcha es detenida por autoridades federales. Esta es la octava movilización de migrantes sin papeles que se organiza en Chiapas en lo que va de 2022.
Según la agencia de la ONU para los refugiados, más de seis millones de venezolanos han salido de su país, sumido en una profunda crisis económica y política.
Mientras tanto, una nueva caravana de casi 2.000 personas partió desde Honduras rumbo a Estados Unidos, informó la defensora de Derechos Humanos de la nación centroamericana, Itsmania Platero.
Según Platero, este grupo tiene previsto reunirse con otras casi 5.000 personas, en su mayoría hondureños y venezolanos, que se encuentran ya en México.
“Estos son movimientos que están naciendo en Honduras; el país sigue siendo utilizado para el tráfico, tránsito y reclutamiento de niños, niñas y mujeres”, lamentó la defensora de Derechos Humanos hondureña.
Platero advirtió que en la capital, Tegucigalpa, hay cerca de 1.000 personas que ya están dispuestas a partir, muchos de ellos núcleos familiares entre los que existe un alto porcentaje de niños y menores de edad.