‘Nunca fui rebelde; soy aburrida’: Zendaya
Zendaya está acostumbrada a la fama. Desde los comienzos en Disney Chanel con la serie Shake it Up, protagoniza ahora de Desafiantes cuando ni siquiera le dio tiempo de olvidar el exito de Duna: parte dos. Claro que también queda el buen recuerdo de los éxitos de Spider-Man por el verdadero noviazgo con el Hombre Araña, Tom Holland, y por otro estilo de influencias personales.
¿Es cierto que en tu primera salida romántica fuiste a ver Spider-Man, pero sin Tom Holland?
Tenía 16 años y es verdad. Fue la primera vez que salí sola y fui a ver Spider-Man. Era la versión de Andrew Garfield y Emma Stone. Hoy, considero un honor poder ir y comprar una entrada de cine para sentarme atrás, como solía hacer antes, pero viendo mi propio trabajo en el cine. Es algo muy especial. La experiencia en una sala, con gente, siempre es mágica y me siento agradecida de formar parte de ese mundo.
¿Cómo fue la primera cita?
La verdad, a mí no me dejaban salir con hombres hasta los 16 años. Y mi primera salida fue muy extraña, porque la primera vez no sabes mantener una conversación con nadie y tratas de ser dulce y muy femenina. En ese sentido, mi mejor consejo sería “no te esfuerces demasiado, no te vistas demasiado bien. Deberías ponerte algo que te quede cómodo, nada extra de lo normal”. Es una salida… algo así creo que lo hace mucho más interesante donde la otra persona quiera conocerte más.
¿Con la fama se hizo más difícil salir con alguien?
Supongo, porque yo tampoco sabía lo que querían de mi, si les gustaba la verdadera Zendaya o la fama. Es lo único, nada más. Por suerte, siempre estuve muy ocupada y no solía tener demasiado tiempo libre, porque me la paso adentro de un estudio de filmación, trabajando todo el tiempo. No hubiera podido prestarle atención a nadie.
¿Y dejaste de hacer algo en particular por tanta fama?
No sé si dejé de hacer algo. Le presto más atención a lo que me rodea eso sí, pero, al mismo tiempo, siempre fui una chica buena. Nunca fui rebelde ni nada parecido. Soy bastante aburrida. De hecho, mis noches más locas siempre fueron llegar a quedarme despierta hasta tarde mirando televisión o comiendo demasiado helado. Nunca fui más allá de algo así.
¿Algún lugar en particular que te gustaría ir sin que nadie te conozca?
A lo mejor me gustaría ir a ver un concierto de Beyoncé sin que nadie me reconozca o viajar por el mundo.
¿Molesta la popularidad en ciertos momentos?
A mí no me molesta para nada. Será que yo tampoco camino por la calle con lentes de sol ni con cuatro guardaespaldas. Sólo salgo con amigos. Si alguien me reconoce, lo hace y si no, no hay problema. Soy una persona bastante normal, donde los encuentros pasan más por conversaciones reales que fanatismos.
¿Ninguna vez dijiste que no eras Zendaya para evitar algún selfie o un autógrafo?
Sí, si alguien se me acerca diciendo que me parezco a Zendaya puedo llegar a decirle: “Ah, es algo que me dicen bastante seguido, es muy raro” (risas), hasta que les digo la verdad y después ¡ya no me creen!
Ni siquiera en el cine se nota que mide 1.80 metros, pero Daya, como la llaman los amigos, siempre voló alto.
El nombre es de origen africano y en el idioma Shona de Zimbabwe significa “agradecer”. Y tiene mucho para agradecer en su carrera.
Comenzó muy jovencita como modelo de marcas como Old Navy y las tiendas Macy’s y Mervin. Era la época en que disfrutaba el tiempo libre mirando Hanna Montana o High School Musical en Disney Chanel, sin imaginar que después conseguiría la misma fama, por el mismo canal, con las series Shake it Up y K.C. Undercover (donde, además, era la productora y todavía era menor de 20 años).
El éxito en el cine llegó dos años después, cuando, casi al mismo tiempo, apareció al lado de Hugh Jackman en El gran Showman y en el rol de MJ Jones en Spider-Man, del novio, Tom Holland.
Claro que volvieron una y otra vez al supermundo de Marvel, pero Zendaya siguió conquistando otros rubros como la actriz más joven que ganó el Emmy como Mejor actriz por la serie Euphoria de HBO, además de tener su propia marca de ropa Daya by Zendaya y casi 200 millones de seguidores en Instagram.
El año pasado, en CinemaCon te eligieron como la Estrella del año ¿Cómo fue la experiencia?
Fue algo increíblemente especial, todo un honor, porque amo lo que hago. Y estoy agradecida del premio especialmente porque sin los dueños de las salas de cine no tendría casa. Amo la actuación. Amo el cine. Y no significaría nada si mi trabajo no pudiera verse en una sala. Es ahí donde uno se siente menos solo. Es el mejor escape, es donde cualquiera puede construir un nuevo sueño. Y yo soy testigo de esa experiencia.
¿Sigues en contacto con los actores de Shake it Up?
Sí, con cada uno de ellos. A la persona que mas extraño es a David (Cleveland), el más jovencito. Creció demasiado (risas). En mi mente, nunca tuvo más de ocho años, pero hace tiempo que cumplió 21. Y cada vez que lo veo, le sigo hablando como si fuera un bebé, totalmente molesto para él, pero es uno de mis mejores amigos.
Y en tu caso, ¿al cumplir tus 21 años, notaste el cambio o la transición de tener que dejar atrás al mundo de Disney para encontrar un camino profesional más adulto?
Sí y no. En mi mente pensé que ya había crecido y podía hacer lo que quería, cuando alguna de mis amigas me decía que les preguntara a mis padres si podíamos hacer algo en particular, pero después, muy inocentemente, yo iba y le preguntaba a mamá si podía ir al cine.
¿Cuál fue la diferencia?
Tenía 21 y podía decir que tenía 21. Podía votar, podía ir a lugares a los que antes no podía ir, como un Casino en Las Vegas a recibir un premio como Estrella del año. No está para nada mal.
¿Nunca extrañaste no haber tenido una infancia normal e ir a la escuela en vez de estudiar en un set?
No puedo decir que fui a una escuela normal todos los días, ni fui a una fiesta de graduación. Pero puedo decir que pasé toda una vida adentro de un estudio de cine con una experiencia increíble que no todos los adolescentes pueden tener. Tengo suerte de la vida que tengo y no creo que me haya perdido de nada. Incluso subí a un escenario con mi traje de graduación. Es algo que habíamos hecho en mi escuela, como parte de un programa de estudios independientes.
Si hoy pudieras volver en el tiempo ¿harías algo diferente?
No, porque si te fijas las historias del cine que vuelven al pasado, cuando arruinan algo, lo arruinan todo. No se puede evitar ir por una calle, porque a lo mejor esa es donde pude haber coincido a mi futuro esposo. Prefiero vivir mi vida tal cual como es hoy, para seguir viviendo por el camino que me toque vivir.
¿Estás en contacto con otras estrellas de Disney de tu época, como Miley Cyrus, Demi Lovato y Selena Gomez?
Sí, las conocí a todas y son mujeres grandiosas. Es maravilloso ver la forma en que fueron floreciendo para hacer cada una lo suyo. Siempre fueron todas muy dulces conmigo. Es algo que siempre aprecié mucho.
¿Quiénes eran tus ídolos de Disney en tu infancia?
Raven Symone, es genial como ser humano en la vida real. A mi siempre me obsesionó el show That’s So Raven y también Lizzie McGuire con Hilary Duff. Eran mis dos shows favoritos.
¿Cómo recuerdas tu primer paso en el mundo del espectáculo?
Creo que tenía 11 años cuando hice mi primera audición y fue muy incómodo, porque yo era muy nueva y la mayor parte de la gente no me conocía. Estaba en mi propia burbuja. Era muy incómodo todo, pero definitivamente tenía aquel sueño de querer hacer lo que hoy hago. Y todo eso, ayudó a lograrlo.
¿Llegaste a mentir alguna vez en tu currículum?
No, sólo porque no quiero quedar atrapada después en algo que no pueda hacer, como poner que soy buceadora profesional y cuando me digan “Vamos a bucear” yo me tenga que negar para no ahogarme.
¿Cómo te imaginas en cinco años?
Espero verme trabajando todavía, quiero seguir viéndome en una pantalla grande de cine. Me gustaría cantar. Quiero hacer tantas cosas. Recién estoy empezando. Tengo muchos años por delante.
¿Qué le dirías hoy a una futura Zendaya si pudieras viajar en el tiempo?
Que siga su camino y le diría que estoy orgullosa de ella. Creo que tenemos que amarnos nosotras mismas y estar orgullosos de lo que hacemos.
Definitivamente, Zendaya es ejemplo para su generación.