De la oferta de asilo a Castillo a la acusación de “intromisión” en asuntos internos: el papel de México en la crisis política de Perú
El expresidente de Perú, Pedro Castillo, está detenido en Lima tras su intentona de cerrar el Congreso y una serie de eventos que generaron su salida y por los que debe responder ante la justicia de su país. Ahora está pidiendo asilo en México, que tiene una larga tradición en esta materia a lo largo de su historia.
En los últimos días, México ha estado al tanto de los desarrollos de los acontecimientos políticos en Perú y tanto su presidente, Andrés Manuel López Obrador (AMLO)—que ha mostrado abiertamente su simpatía por Castillo—, como su canciller, Marcelo Ebrard, han expresado su apoyo a Castillo.
Luego de anunciar su intención de cerrar el Congreso y que ese mismo Congreso lo destituyera este 7 de diciembre, el expresidente Castillo llamó a la Presidencia de México para hacer una solicitud de asilo político, dijo López Obrador este jueves en su conferencia de prensa matutina, que agregó que el país inició consultas con las autoridades de Perú sobre esta solicitud.
Por la tarde, el canciller de México, Marcelo Ebrard, informó que el embajador de su país en Perú se había reunido con el detenido Castillo, quien ratificó su solicitud de asilo.
“Hemos procedido a iniciar consultas ante las autoridades peruanas”, escribió Ebrard en su cuenta de Twitter.
López Obrador detalló que, tras el contacto del miércoles, solicitó que le abrieran las puertas de la legación diplomática a Castillo.
“Pero al poco tiempo tomaron la embajada con policías, y también con ciudadanos, rodearon la embajada y él ya ni siquiera pudo salir, lo detuvieron de inmediato”, dijo.
La intervención de AMLO es “una imprudencia”
AMLO ha dicho que la política exterior de México se rige por la autodeterminación de los pueblos y la no intervención, mientras a su vez lamentó la destitución de Castillo.
“Cuando me imagino ya siente que lo van a destituir, pues toma una decisión de desaparecer el Congreso, fue eso lo que precipitó fue su destitución”, dijo AMLO este jueves a periodistas.
Sin embargo, algunos sectores han criticado lo que han descrito como “intromisión” de México en asuntos de política interna de Perú.
El senador independiente Emilio Álvarez Icaza rechazó que AMLO participara tan de cerca en este episodio, a diferencia de otros países de la región que cuyas cancillerías se han pronunciado a través de la diplomacia.
“¿Por qué no acude un poquito a la prudencia que tuvieron por ejemplo en Chile o en Colombia, incluso el mismo Lula (Da Silva)”, dijo Álvarez Icaza en Conclusiones de CNN.
“En Chile y en Colombia se manifestaron las cancillerías. No estuvieron hablando ni (Gabriel) Boric ni (Gustavo) Petro”, señaló el senador.
Este jueves, algunos legisladores peruanos, incluido el jefe del Comité de Relaciones Exteriores del Congreso de Perú, pidieron a López Obrador que se mantuviera al margen de lo que dijeron que eran los asuntos internos de Perú.
“No solo no conforme de meterse en los asuntos, la oposición en Perú le dice ‘no te metas’ y responde generando mayor conflicto”, dijo Álvarez Icaza. “Ya no solo es de una imprudencia atroz sino que genera entonces una situación de conflicto de Estado, porque que el jefe del Estado mexicano esté ya metiéndose en este tenor en Perú… sí es de una enorme preocupación la imprudencia de López Obrador”, dijo Álvarez Icaza en Conclusiones de CNN.
Entre tanto, el exembajador de México en Cuba, Ricardo Pascoe, dijo en CNN que el intento de AMLO de ayudar a Castillo podría perjudicar al exmandatario, y rechazó la “táctica” en política internacional de López Obrador.
“(AMLO) emite opiniones, vierte lecciones, moraliza y quiere intervenir diciendo que no es intervención. Lo que ha logrado hacer es enrarecer la relación de México con toda América Latina”, dijo Pascoe a CNN.
“Es inaceptable que la Política Exterior de México se esté aliando con quienes propician el rompimiento del orden constitucional de los países.
“Este método de intervención en los países no por un criterio de respeto a los procedimientos internos de los países, sino por un criterio estrictamente de afinidad ideológica por parte de México, me parece que lo que está logrando es dementar en extremo la viabilidad y el prestigio de nuestro país en el resto de América Latina”, añadió el exdiplomático mexicano.
El tema de la Alianza Pacífico
Otro tema que quedó en pausa por el momento es la cumbre de la Alianza del Pacífico, una iniciativa de integración regional conformada por Chile, Colombia, México y Perú— que ya se había pospuesto por cuenta de los sucesos en Lima.
Las fechas originales para que se realizara la cumbre en México era el 25 de noviembre, pero ante la negativa del Congreso de Perú de negarle la salida del país a Castillo para asistir a México a recibir la presidencia protémpore del organismo. Con esa negativa, México impulsó la cancelación de la cumbre en noviembre.
Con este panorama, AMLO dijo que viajaría a Lima para transferir el liderazgo de la Alianza Pacífico a Castillo, pero esta vez con la destitución de Castillo como presidente, el canciller de México Marcelo Ebrard dijo este miércoles que la cumbre que iba a ser en Lima quedaba pospuesta.
La decisión no cayó muy bien entre algunos analistas que creen que retrasar esa entrega de la presidencia protémpore podría generar tensiones entre los demás miembros de este mecanismo de integración comercial.
“Es una dinámica comercial muy importante que no debe desacelerarse en aras de propiciarse entornos de colaboración, cooperación y destrabar temas muy técnicos y puntales propios de comercio internacional”, dijo a CNN lliana Rodríguez Santibáñez, experta en Relaciones Internacionales.
Según Pascoe habrá un periodo “enormemente difícil en la relación bilateral” y más ahora con el tema de la Alianza del Pacífico”.
“Si es por temas de seguridad es correcto que (López Obrador) espere. Hay que ver si no hay convulsión en la región, pero si no los hay, me parece que no tiene por qué dilatar la entrega de la presidencia protémpore a la nueva presidenta de Perú”, Dina Boluarte.
La tradición de México con el asilo
México tiene una larga tradición de ofrecer asilo político en diferentes momentos de la historia a líderes políticos, que van desde los oponentes del dictador español Francisco Franco hasta el más reciente caso de alto nivel con el expresidente de Bolivia, Evo Morales, en 2019.
El país acogió a los españoles que escaparon tras la Guerra Civil (1936-1939). También les abrió las puertas a los chilenos que salieron del país tras el golpe de estado que derrocó al gobierno del presidente Salvador Allende en 1973.
Entre los personajes políticos que acogió recientemente México están los expresidentes de Bolivia, Evo Morales, y Honduras, Manuel Zelaya. Aunque la lista es más larga. También destacan la Premio Nobel de la Paz en 1992, Rigoberta Menchú, el ideólogo soviético León Trotsky y el cineasta español Luis Buñuel.